[Noticia perteneciente a la sección: RECOLECCIÓN, POSCOSECHA Y RECEPCIÓN DE LA ACEITUNA PREVIA A LA MOLTURACIÓN]
Ayer hablamos del papel de algunos pájaros en la dispersión de las semillas de la aceituna. Pero la viabilidad de la semilla del olivo se alcanza con la maduración del fruto (porque no ha completado su desarrollo o haya hormonas que frenan y/o no activan la germinación).
¿Pero ¿cómo les indica el olivo a los pájaros que no se coma el fruto? Hay 2 vías: la 1ª es "ocultándolo" entre las hojas con un color verde (son fotosintéticamente activos hasta el arranque de la maduración). Estando los frutos verdes el pájaro no los identificará y no se los comerá hasta que la semilla pueda germinar con eficiencia. Con la maduración, la aceituna sintetiza pigmentos antocianos, iguales que los de la uva tinta, con lo que se hace visible invitando a los pájaros a su consumo, teniendo de recompensa su maravilloso aceite a cambio de la defecación en un punto más lejano de su hueso, urna de guano para la semilla. La 2ª vía de comunicación con los animales es (para los torpes) es un glicósido amargo que buscaría disuadir de su consumo, un mecanismo de defensa que los humanos hemos aprendido a valorar como atributo positivo.