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Proyecto DOLIA: Nuevos envases para productos innovadores del vino

Proyecto DOLIA: Nuevos envases para productos innovadores del vino

21 February 2018

Una bodega: López Morenas; una cooperativa de vino: Cave San José, una multinacional de preformas y botellas de PET: Resilux Ibérica Packaging y el Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario “Extremadura”, CTAEX, como gestor y responsable de I+D. Son los cuatro miembros de un proyecto, cuyo objetivo es doble: por un lado, desarrollar envases de plástico comerciales, que incorporen compuestos naturales activos presentes en subproductos del sector vitivinícola y por otro, generar nuevos productos alimentarios de calidad tecnológica y potencial innovador que tengan como base el vino. Es el proyecto DOLIA, un proyecto del Programa INNTERCONECTA cofinanciado con fondos FEDER, en el que el CDTI es organismo intermedio.


DOLIA surge para cubrir necesidades diversas entre las empresas que lo forman. De un lado, una gran bodega, como es López Morenas, con el reto de exportar vino lo más lejos posible, en las mejores condiciones posibles y sin que el coste sea muy elevado, además de generar nuevos productos. De otro, el proyecto permite dar un valor añadido a los subproductos o residuos generados por Cave San José durante la elaboración del vino. Aprovechar los orujos y lías residuales, con alto contenido en polifenoles, que tienen grandes propiedades antioxidantes. Por su parte, Resilux Ibérica encuentra con este proyecto nuevos nichos de mercado en el sector del vino y se sumerge en un proyecto de I+D+i contribuyendo a hacer algo que supondrá un salto cualitativo y cuantitativo en el sector: cambiar el embotellamiento del vino del vidrio a un plástico capaz de conservar en mejores condiciones el vino, igualando e incluso mejorando todas las propiedades del vidrio.


Pero para ello hay que investigar y aquí es el turno de CTAEX. Abel Crespo, responsable del área de Tecnología Alimentaria y coordinador del proyecto, explica que “el objetivo del consorcio es el desarrollo de envases de plástico comerciales, que incorporen compuestos naturales activos, obtenidos a través de los polifenoles encontrados en los subproductos y residuos de Cave San José”.


“La idea es obtener esos compuestos activos, estabilizarlos e incorporarlos a un envase especial, un envase activo que permita conservar mejor los productos que va a contener”, explica Crespo. A partir de ahí, añade, “buscamos la manera de trabajar con ello tratando de incorporar las propiedades al plástico para la conservación del vino”, un trabajo para el que ha contado con la colaboración de la investigadora y enóloga, Ana Serrano, además de todo el equipo de la planta piloto alimentaria. 


Según Crespo, “el vino está muy acostumbrado a ser envasado en vidrio y aunque el plástico no preserva igual las cualidades de bebidas y alimentos, puesto que tiene menos capacidad aislante, puede dar una serie de ventajas dado que se maneja mejor, puedes jugar más con la estética y a nivel de exportación, almacenamiento y transporte, tiene unas enormes ventajas al pesar menos y ser más flexibles”.


Para ello, la tarea se ha basado en incorporar, al desarrollo normal de envases PET, compuestos antioxidantes como aditivo natural “con lo cual vamos a tener un envase que tiene la propiedad de conservar mejor los vinos además de que se elaborarán nuevos productos”, añade Abel.


Las etapas para conseguirlo son varias y se corresponden con cada una de las empresas participantes. Primero hay que desarrollar un método de acondicionamiento de las lías y orujos del vino para poder extraer después los polifenoles y conservarlos en las mejores condiciones, para lo cual se ha aplicado el método de extracción con disolventes. A ello se suma la utilización de la encapsulación como tecnología “para proteger los polifenoles de la degradación térmica que sufrirán en el proceso de inyección en el envase y desarrollar un método de deshidratación para preservar la capacidad anti oxidante del extracto obtenido”, explica Crespo. 


A partir de aquí, es Resilux la encargada de hacer, con la monitorización de CTAEX, preformas y envases. “El diseño es fundamental para que resista la presión, en el caso de llevar gas, además de que tiene que ser funcional y estético”. Resilux es además la responsable de incorporar al plástico, mediante un proceso de inyección, el compuesto en polvo desarrollado por CTAEX.


“Para ello ha sido necesario desarrollar la metodología de incorporación del ingrediente activo y desarrollar un nuevo sistema de soplado en función del diseño, es la parte de I+D+i de Resilux”, añade Abel Crespo. 
Por su parte, Bodegas López Morenas es uno de los aceptores finales del proceso. Dentro de este proyecto, la empresa ha desarrollado nuevas recetas de bebidas con gas diferenciadas a base de vino blanco con zumos de fruta. Se trata de bebidas gasificadas, vinos espumosos, blancos, tintos y rosados, que se envasarán en los diseños activos de PET.


En la actualidad, el proyecto se encuentra bastante adelantado. “Ya hemos logrado estabilizar esos subproductos; hemos logrado obtenerlos en polvo y hemos logrado suministrarlo a la empresa de envases en la forma preferida: inyectarlos como masterbach, un concentrado de material plástico, que se diluye en el plástico general, explica Abel Crespo. “Ahora tenemos que investigar cómo se comporta con los productos desarrollados y estudiar su vida útil”, añade.


El investigador de CTAEX define el proceso como un aprendizaje constante, “bonito y un ejemplo de economía circular, pues un subproducto que se genera es incorporado de nuevo a la cadena de valor y tiene además un envase novedoso con unas propiedades activas anti oxidantes, que van a ayudar a conservar mejor el vino y a generar nuevos productos”. Lo más complicado, reconoce: “incorporarlo en el envase sin que pierda propiedades”.


Las dolias eran unas tinajas de barro donde los romanos transportaban por barco el vino, de ahí el nombre de este proyecto que, en fondo y forma, las recuerda. Lo bautizó Abel Crespo.

 

Este proyecto ha sido cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), dentro del Programa Operativo de Crecimiento Inteligente 2014-2020, con el objetivo de potenciar la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación.