Fecha de publicación:
04/07/2023
Fuente: El País
El cannabis se usa tanto con fines medicinales como con el objetivo de buscar vías hacia la creatividad. Ambos son aspectos importantes de la vida”, explica Marcelle Frey, la empresaria estadounidense que ha fundado junto a su marido, Robert Frey (dueño de varios clubes de moda en Las Vegas), un museo permanente en torno a la marihuana. The House of Cannabis ocupa las cinco plantas de un edificio histórico en el Soho neoyorquino. Por 45 dólares (unos 41 euros) se accede a 10 experiencias inmersivas, a una tienda con productos inspirados en el cannabis y a una cafetería. El museo abrió sus puertas en abril, dos años después de la legalización del consumo de marihuana recreacional en Nueva York.El también llamado THC New York City no es un museo convencional. Desorientación, la primera experiencia a la que se tiene acceso, consiste en un documental con 400 imágenes que recorren en unos dos minutos y medio los 6.000 años de historia del cannabis y su impacto en nuestra cultura. Con la particularidad de que la pantalla donde se proyecta tiene una luminosidad que hace que el cerebro funcione unos segundos más ralentizado de lo que acostumbra. En Euphorium, uno es invitado a tumbarse sobre un disco de vinilo gigante y en movimiento, a escuchar con auriculares grandes varios hits de distintos géneros musicales en torno al cannabis, como la archiconocida Because I Got High, de Afroman. Y en The Hypnodrome, el videoartista Benjamin Gordon trata de reproducir visualmente la sensación de un estado alterado de conciencia. También se pueden oler emociones a través de una muestra de los distintos tipos de marihuana y aprender cómo se cultiva la planta.Parte de la misión del museo es mostrar los estragos de “la guerra contra las drogas” impulsada en 1971 por el entonces presidente del Gobierno, Richard Nixon, que creó la DEA (Administración para el Control de Drogas). Una iniciativa muy polémica al ser concebida como una herramienta política discriminatoria contra las minorías, enfocada especialmente contra los negros y que propició un encarcelamiento en masa que ha ido en aumento. Según un estudio del Observatorio de Derechos Humanos, de unos 376.000 arrestos en 1980 se pasó a más de 1.370.000 en 2007 y al pico máximo de 1.650.000 en 2018. También se descubrió que en torno al 80% de las detenciones se debían a posesión de drogas, no a la venta. Según el NCDA (Centro Nacional de Estadísticas sobre el Abuso de Drogas) casi 318.000 personas son detenidas cada año en EE UU solo por posesión de marihuana.”La guerra contra las drogas es una guerra contra la gente”, reza uno de los carteles de la sala educativa. “La guerra contra las drogas rompe familias” se lee en otro, donde se detalla cómo cada tres minutos un niño es enviado a una familia de acogida y cómo una familia puede ser desahuciada de una vivienda pública si uno de sus miembros es sospechoso de consumir drogas.Para ayudar a la reinserción, el 30% de los empleados de The House of Cannabis son expresidiarios que han sido contratados mediante la ONG A Second U Foundation. El museo también cuenta con una sala destinada a eventos comunitarios para propiciar la reflexión en torno a la regulación de la marihuana. Según The Center for American Progress, la legalización de la marihuana ahorraría al Gobierno de Estados Unidos unos 7.700 millones de dólares al año en costes de aplicación de la ley y generaría ingresos de 6.000 millones de dólares en impuestos Seguir leyendo