Fecha de publicación:
14/03/2023
Fuente: El País
Vaqueros y camiseta blanca, Gemma Mengual recibe en su nuevo cuartel general: un centro de cannabis terapéutico en la localidad barcelonesa de Sant Cugat del Vallès. La exnadadora olímpica de sincronizada defiende las propiedades de estos productos como alternativa o complemento a los tratamientos médicos más tradicionales. Mengual (Barcelona, 45 años), madre de dos hijos, muestra las gotas sublinguales que toma por la noche: “Descanso mucho mejor”.Pregunta. Ahora cannabis terapéutico. ¿Por qué?Respuesta. Conocí a David Fayos y nos contó a mí y a mi socia [Patricia Díaz] su proyecto: Cannabity Healthcare. Había visto que en otros países del mundo muchos deportistas estaban dando la cara por el CBD. Él creía que para darle un impulso había que llevarlo al terreno del deportista gracias a mi implicación. Me quitó muchos estigmas y decidimos apostar por ello.P. No coloca, no genera dependencia ni da positivo en ningún control antidrogas. ¿Correcto?R. Está aceptado por la Agencia Antidopaje desde 2018 y eso significa que en Tokio ya se podía consumir el CBD terapéutico para deportistas. Hay cremas, bálsamos y las gotas sublinguales que van superbien para el dolor, el insomnio, el estrés precompentición…P. ¿Productos que le hubieran ayudado en las competiciones?R. Sí, yo entrenaba 10 horas al día y mi deporte es mucho de repetición. Siempre tenía bursitis, tendinitis, cuando volví después de ser madre tenía dolores de espalda y me quedé clavada un par de veces; tiraba de antiinflamatorios, relajantes musculares. Me hubiera ahorrado todo esto. Si hubiera conocido el cannabis terapéutico en mi carrera, habría sufrido menos dolores. Y en las competiciones hubiera estado más tranquila porque yo pasaba muchos nervios, me consumían, me quedaba muy delgada.P. ¿Ha sufrido mucho dolor?R. Sí. He tenido entrenamientos que me caían las lágrimas de dolor. Llevamos el cuerpo al límite y hay veces que tienes que parar.P. ¿Hace pedagogía para luchar contra el estigma de estos productos?R. Son productos para todo el mundo. No significa que hayamos roto moldes. La gente tiene curiosidad. Al salir públicamente a dar la cara, la gente piensa que si Gemma Mengual, que ha sido deportista olímpica, apuesta por esto, es que está bien, no tiene nada nocivo y no es droga. La gente me pregunta y me hace la broma: “Tú que con el cannabis y los porritos...”, pero tienen curiosidad y eso lleva a que lo quieran probar. View this post on Instagram A post shared by Gemma Mengual Civil (@gemmamengual)P. ¿Dónde es más feliz ahora, dentro o fuera del agua?R. Era muy feliz dentro del agua, pero llega un momento en que la alta competición agota. Llegó un momento en que me costaba la vida. Me gusta el agua, sentirla, bailar dentro de ella, pero cuando volví por segunda vez la competición se me hacía difícil.P. Restaurante japonés, empresa de marketing deportivo, publicidad y ahora cannabis terapéutico. ¿Hay vida que funciona después de ser olímpica?R. Hay que saber dar los pasos y asesorarse. Un poco de locura y aventura tiene que existir, pero siempre con respaldo. Cuando inviertes en algo, hay riesgo. Con el restaurante arriesgamos un poco, pero después ha funcionado y tengo un equipo muy bueno; hemos salido de situaciones complicadas.P. Cuando empezó pocas soñaban con medallas olímpicas. Y deportistas como usted lo hicieron real. ¿Queda mucho por hacer?R. Queda mucho, sí. El papel de la mujer en el deporte ha cambiado mucho. Ahora hay muchas más y tienen mucha más visibilidad, pero faltan más recursos, más ayudas y presencia en los medios de comunicación. Es un círculo en el que todo el mundo tiene que poner. A veces también creo que las deportistas que han tenido más repercusión mediática es porque han caído en gracia.P. ¿Considera que está en la órbita de los mejores del mundo?R. No, no tengo esa sensación.P. Si sus hijos quieren ser deportistas de élite, ¿estará de acuerdo?R. Sí. Pero hoy en día la juventud no tiene la misma capacidad de esfuerzo. Yo entregaba muchas horas y mi recompensa era muy poca. Hasta que no gané las primeras medallas dediqué muchas horas y la recompensa era que me gustaba lo que hacía. Ahora quieren ser Messi, ayer, no de aquí unos años, lo quieren ya. No saben que hay un proceso que igual no sale bien. Vivimos en una sociedad que todo se tiene con un clic. Ahora con el móvil encuentras todo de forma inmediata.P. Usted tuvo un ejemplo de autoritarismo y disciplina, la exentrenadora de sincronizada Anna Tarrés. Un grupo de nadadoras denunció trato vejatorio. ¿Qué opinión tiene hoy?R. Anna para mí fue una persona muy importante, me hizo fuerte en muchas cosas y saco lo mejor de mí, sobre todo en lo deportivo. Su método era su método. Ella nos exigía y nosotras estábamos dispuestas. Nos hacía soñar en alto. Seguir leyendo