Los ensayos realizados en cultivos de tomate y olivo han concluido que no hay diferencias en la calidad en los productos obtenidos con pesticidas convencionales y con el pesticida natural desarrollado.
Obtener principios activos con capacidad biocida presentes en los residuos de determinados grupos vegetales y en el lactosuero para ser utilizados como pesticidas naturales para el control de un amplio número de patógenos vegetales. Éste es el objetivo de un proyecto, denominado SAVECROPS, que está desarrollando Extremeña de Abonos Líquidos SL (EAL), empresa de la cooperativa Acorex, y el Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario “Extremadura” (CTAEX), dentro del programa LIFE+.
Este proyecto parte de la pretensión de ambas entidades de plantear solución a dos problemas con que se encuentra actualmente la actividad agroalimentaria: el volumen de residuos que se genera y el uso de inputs de producción con efecto negativo, especialmente productos de síntesis como pesticidas, abonos, reguladores de crecimiento, etc.
La responsable de proyectos I+D+i de CTAEX, Ascensión Ciruelos, explica que en el caso de los residuos se puede considerar el lactosuero de la industria de la quesería, que si bien en algunos casos puede ser reutilizado como alimento para ganado como se ha hecho tradicionalmente, es un producto que puede generar problemas ambientales al incrementar la demanda biológica y química de oxígeno del nicho ecológico donde se encuentre.
Por su parte, el gerente de EAL, José Pimienta, señala que también es necesario considerar los residuos de cultivos, que si bien una práctica extendida es su destino para alimentación de ganado o la quema de los mismos, no dejan de ser alternativas limitadas para reutilizar el volumen total que se genera en una comunidad como la extremeña donde el sector agroalimentario tiene una presencia considerable.
En este caso de los inputs de producción, especial atención merecen los pesticidas los cuales han generado un amplio rango de problemas medioambientales y de salud para el agricultor y el consumidor final, asegura José Pimienta.
El proyecto comenzó a desarrollarse en el año 2012 con la identificación por parte de CTAEX de esos principios activos presentes en los residuos agroalimentarios, pasando después a seleccionar aquellos que podían tener un efecto pesticida por medio de ensayos de laboratorio y de realizar las pruebas toxicológicas y ecotoxicológicas que garantizaran que los compuestos seleccionados no tienen efecto alguno sobre el medio ambiente, el agricultor y el consumidor.
“El lactosuero de quesería presenta principios activos con buena capacidad biocida: Ácido láctico, Nisina y Lactoferrina”, señala la responsable del proyecto en CTAEX, quien explica que “de ellos, es el Ácido Láctico el que ha exhibido mejor espectro para el control de los microorganismos patógenos que causan las enfermedades más importantes en los tres cultivos de interés: tomate de industria, olivo y vid”.
Asimismo, se realizaron ensayos en cuatro subproductos agroalimentarios vegetales: cebolla, ajo (género Allium), coliflor y brécol (género Brassica), dando como resultado que el que presentaba mejor capacidad biocida era el ajo.
Con todo ello, se planteaba el segundo gran objetivo del proyecto: desarrollar una metodología industrial de extracción y desarrollo del formulado para poder ser aplicado en campo. Así, se preparó un pesticida natural que incluía en su composición lactosuero y extracto de ajo, que se evaluó posteriormente sobre tres importantes cultivos en la región: tomate, olivo y vid.
Ésa es precisamente es la parte que le correspondió a EAL: evaluar diferentes técnicas de obtención de dichos principios activos a nivel industrial siguiendo los criterios de viabilidad técnica, económica y medio ambiental para garantizar la futura explotación comercial del pesticida.
De este modo, se han realizado hasta el momento ensayos en campo sobre tomate y olivo, con dos aplicaciones en cada cultivo. Así, se han estudiado las incidencias sobre los cultivos tratadas con pesticidas convencionales y con el pesticida natural desarrollado, habiéndose recolectado el tomate y las aceitunas de cada uno.
“Los resultados de la pasada campaña indican que no hay diferencias en la calidad entre los tomates y las aceitunas obtenidas procedentes de tratamientos con pesticidas convencionales y con el pesticida natural desarrollado”, comenta el gerente de EAL, quien recuerda además que esta fase del proyecto abarca desde abril de 2014 hasta junio de 2015, “por lo que nos resta otra campaña de validación en campo”.
CTAEX y EAL coinciden en destacar la importancia de este proyecto, que hace real la posibilidad de utilizar lo que en la actualidad son subproductos de las empresas agroalimentarias como materia prima en otra actividad productiva también con fin agrícola: la elaboración de pesticidas naturales. Es decir, transformar residuos en recursos.