Fuente:
Extremadura XXI
Lugar:
agricultura
El cultivo de soja en España apenas superaba las 2.000 hectáreas en conjunto hasta hace pocos años. Sin embargo, el gran auge en el mercado de las bebidas, leches vegetales, aceite y harina de soja y proteínas de alto valor añadido -junto a las de avena o almendra- ha relanzado el interés por muchos agricultores a probar con esta leguminosa que tiene su origen en Asia Oriental. De hecho, Extremadura es la mayor productora nacional con unas 1.300 hectáreas de cultivo en el año 2024 según datos de ESYRCE (Ministerio de Agricultura). Castilla y León y Aragón son las otras dos regiones que más interés y crecimiento en el cultivo de soja están teniendo en España.
España es una gran importadora de soja en la actualidad para abastecer la demanda de grandes grupos de alimentación y bebidas. Y gran parte de la soja que entra en nuestro país es transgénica, aprobadas por la propia Unión Europea. Grandes fabricantes de bebidas y leches con soja como Grupo Pascual han apostado fuerte por la soja local no transgénica disparando el interés en su cultivo en Castilla y León, donde las elaboran. El consumo de bebidas y leche de soja está creciendo a ritmos del 6% anual, muy por encima del de otras bebidas, y orientándose para todo tipo de públicos, tanto joven como adulto. Grupo Pascual compra la soja y avena actualmente a unos 250 productores repartidos por Extremadura, Castilla y León, Navarra, País Vasco, Aragón y Cataluña.
La soja también está muy presente en muchas preparaciones y productos ya elaborados de cocina vegana, un segmento de mercado también muy en auge entre la población joven. Hay que tener en cuenta que la soja es el mayor aporte de proteína vegetal existente. Es una leguminosa con un alto valor nutricional. Su grano tras ser procesado aporta un 9 % en fibra, un 40 % en proteína, un 20 % en lípidos, un 30 % en carbohidratos, un 8,5 % en agua y un 5 % en cenizas
Demanda garantizadaDesde el punto de vista del agricultor, al estar la demanda en el mercado nacional garantizada y haber mantenido precios estables, el cultivo de la soja también se presenta como una alternativa interesante para regadío. El rendimiento de la soja por hectárea puede llegar a variar entre los 2.500 y los 4.000 kilos, dependiendo de muchos factores, entre ellos si es cultivo principal o secundario, y también del tipo de suelos. Otra de sus ventajas es que fija nitrógeno al suelo, lo que le convierte en un cultivo “bien visto” dentro de la PAC.
Según datos de la FAO, la producción mundial de soja alcanza los 350 millones de toneladas. Durante muchas décadas, Estados Unidos fue el mayor productor mundial Argentina, Paragua y Uruguay son también grandes productores y exportadores mundiales. En mercados como norteamericano la producción de aceites de soja ya supera los 10 millones de toneladas métricas cada campaña.
Tipo de sueloDesde el punto de vista agronómico, según RKD, la soja es “una planta herbácea de cultivo anual, que va desde la primavera hasta el verano, y cuenta con un extraordinario ciclo vegetativo de tres a siete meses, que comprende de 40 a 100 cm de extensión. La temperatura adecuada para un óptimo crecimiento de la soja es como mínimo 20 °C, y como máximo los 30 °C, si todo el cultivo se puede mantener en este máximo sería lo ideal. Si por el contrario la temperatura es inferior a los 10 °C el crecimiento vegetativo de la soja será totalmente nulo. Sobrepasar los 40 °C también trae efectos adversos. La leguminosa no es muy exigente en suelos ricos en nutrientes, así que puede realizarse en terrenos poco fertilizados. Para que la siembra de soja tenga éxito y buen rendimiento el suelo deberá ser neutro y ligeramente ácido- El pH exigido es de 6”.