Retos e idea innovadora

RETOS

Los problemas a los que se enfrenta el manejo y la gestión de las praderas de regadío, con el fin de obtener una productividad que sea sostenible en el tiempo, son numerosos. Van desde el empobrecimiento de la cubierta vegetal herbácea, sustento alimenticio de la cabaña ganadera, hasta el desconocimiento de las propiedades físico químicas y las condiciones actuales de los suelos que la soportan. Esto repercute en una ineficaz transferencia de nutrientes entre los suelos y las plantas pascícolas, debido, entre otras razones, al bajo pH del suelo, próximo a 4, en las praderas de la comarca del Alagón.

Problemas añadidos en el manejo de la pradera son la baja diversidad y riqueza de especies pascícolas de calidad alimenticia y palatabilidad óptima, a lo que en los últimos años se une la aparición de herbáceas  invasoras y malas hierbas, cuya expansión por los suelos de las praderas reduce aún más la productividad de éstas.

La gestión del agua de riego, el uso de fertilizantes y abonos o el empleo de fitosanitarios, tampoco son prácticas culturales que se estén ejecutando mayoritariamente en la zona bajo criterios de sostenibilidad.  La gran superficie que ocupan estas praderas, y su influencia sobre los ríos, origina asimismo graves problemas ecológicos en los cauces fluviales. La eutrofización afecta a la biodiversidad y a los ecosistemas ribereños, y por lo tanto a su fauna, ictiofauna principalmente, y a su flora, que en el caso del río Alagón forman parte además de la Red Natura 2000.

 

IDEA INNOVADORA

Los sistemas ganaderos en Extremadura tradicionalmente han basado su alimentación en el uso de los pastos naturales que se producen en las explotaciones. Un fenómeno generalizado en esta región es el desplazamiento progresivo de la ganadería hacia zonas marginales y de menor capacidad productiva, que asociado con la mala disponibilidad de materiales forrajeros adaptados, y de alta productividad, y con el deficiente manejo de los pastos, usando métodos tradicionales, ha conducido a un rápido deterioro de la productividad y los ingresos de la ganadería. A esto hay que sumarle las condiciones edafo-climáticas de Extremadura, que provocan una marcada estacionalidad en la producción y calidad de los pastos.  En la actualidad, esta estacionalidad se ve acentuada por los eventos extremos, derivados del cambio climático, que pueden llevar a poner en peligro la sostenibilidad económica y ambiental de las explotaciones ganaderas.

La compleja situación actual de competitividad y globalización de los mercados, requiere dinamizar el proceso productivo de manera económica, adquiriendo relevancia la adecuación de la base forrajera mediante el uso de pastos con mayor potencial productivo y persistencia, y aplicando correctas medidas de manejo, que a su vez atenuarán los riesgos de origen climático.

Afortunadamente, Extremadura dispone de un potencial enorme en cuanto a superficies de pastos y forrajes susceptibles de ser mejoradas, tanto en secano como en regadío, que podría facilitar el desarrollo y el posicionamiento del sector ganadero y sus producciones.

El uso de mezclas diseñadas a la carta para las condiciones propias de una determinada finca, el uso de nuevas especies, cambios en los modelos de manejo  y aprovechamiento de los pastos, son distintas alternativas de mejora a disposición de los gestores de explotaciones que, por miedo o por falta de conocimiento, no tienen suficiente calado en el sector. Multitud de investigaciones demuestran el impacto positivo que estas mejoras tienen sobre las condiciones ambientales y económicas de las explotaciones, pero hay que reconocer que al ser un proceso algo complejo, los resultados muchas veces obtenidos no son los esperados.

La trasferencia de conocimiento y la formación en torno a todo el proceso de mejora se antoja imprescindible para convertir las explotaciones ganaderas actuales en explotaciones sostenibles y competitivas.

Es esencial establecer unas fincas modelo por zonas, en las que a través de una asistencia permanente a sus gestores, se podrá mostrar en jornadas de campo todo el proceso de mejora, desde la realización de las labores y la siembra hasta los distintos modelos de aprovechamiento de pastos, analizando los resultados a nivel económico y ambiental.

Un ejemplo son las praderas de regadío de la comarca del Alagón, que son representativas dentro del sector de las praderas de riego en Extremadura, y compiten con otras comarcas en el resto de España como base alimenticia de una cabaña ganadera de vacuno principalmente, que ofrece en el mercado carne de gran calidad. Estas praderas afrontan numerosos problemas relacionados con la productividad, los rendimientos, la sostenibilidad económica y medioambiental, tanto desde la perspectiva del mantenimiento de la actividad en condiciones de competitividad con otras comarcas como desde la perspectiva de la eficiencia de los recursos y su afección sobre los ecosistemas.

El Grupo Operativo Ecopraderas pretende enfocar sus acciones en trabajar con un grupo de agricultores que quieran aplicar medidas innovadoras, que contribuyan a una reducción de los costes de producción, una mayor productividad y rendimiento de las cosechas y sus productos, así como una menor incidencia sobre el medio natural y los ecosistemas fluviales.

Esto se consigue a través de la transferencia de conocimiento y la innovación, la difusión y divulgación entre los agricultores de la zona de los resultados obtenidos, que servirán de base para un cambio y mejora del modelo productivo más eficiente y competitivo, y más respetuoso con los recursos naturales del entorno.

Se busca un enfoque de gestión integral con los propietarios de las parcelas piloto, de tal forma que la transferencia tecnológica se realice mediante dos ideas que es preciso hacer llegar a la comunidad:

  • Buscar estrategias de reducción de costes económicos y crecimiento de los rendimientos mediante la reducción de los inputs y la mejora de la gestión y el manejo,
  • Concienciar a los propietarios del lugar que ocupan en la cuenca, y de la importancia que un buen manejo sostenible de sus praderas tiene sobre la conservación y mejora de los suelos y los ecosistemas fluviales en sus propiedades, pero también en otros lugares en los que los efectos del manejo agrícola producen alteraciones económicas y ecológicas.  

Los resultados obtenidos serán divulgados al resto de la comunidad. El objeto principal del grupo serán las praderas de regadío, pero un segundo beneficiario del trabajo en red del mismo serán los pastos existentes en las dehesas extremeñas.