Proyecto

Situación actual

El cultivo del tabaco ha sido un sector clave en la economía extremeña, especialmente en la zona norte de la provincia de Cáceres, una actividad muy presente en 52 de sus municipios. 

Algunos de los cultivos más importantes (sin tener en cuenta los forestales propiamente dicho, y todos aquellos relacionados con la alimentación animal: pastos, pratenses, etc.) para el motor económico agroindustrial de la región son: Almendro, Cerezo, Maíz, Olivar, Pimiento para pimentón y el propio Tabaco. En estos municipios en total se cultivan 258.525 ha, en las que se destaca la superficie destinada a Pastos (187.283 ha), que supone un 72,4 % de la superficie total. En esta línea merece la pena destacar la superficie dedicada a Mezcla de especies pratenses y otras especies para alimentación animal (alfalfa, festuca, altramuces, raygras, etc.) con 17.230 ha (6,7 %). Al final de este texto se muestra en un esquema el reparto de los cultivos agrupados por tipos de cultivo y el % de la superficie de la zona ocupada por ellos. 

Según datos del Ministerio de Agricultura, la producción de tabaco en España en 2016 fue de 29.061 toneladas de hoja de tabaco, lo que supuso el 0,14% de la Producción Final Agraria y el 0,22% de la Producción Vegetal en España (MAPAMA, 2016). Estos datos son poco relevantes a nivel nacional, pero de gran importancia socioeconómica en las comarcas en las que se concentra este cultivo, fundamentalmente en el norte de la provincia de Cáceres, zona que aporta el 98,80 % de la superficie nacional dedicada al cultivo de tabaco en la cosecha 2018. Según datos de superficies y producciones anuales de cultivos, en el 2018 se cultivaron 8.260 ha en Extremadura con unas producciones totales de 25.134 toneladas (MAPA, 2018). En la zona objeto de este estudio, se han cultivado 7.568 ha, lo que supone más del 90 % de la superficie de tabaco cultivada en Extremadura. Según datos de Euromonitor International, en el mundo se consumen 5.420 billones de cigarrillos anualmente, habiéndose producido un descenso del 1,4% entre los años 2016 y 2017 (descenso que sería del 3,1% si se excluyen datos de China). El valor del mercado mundial de tabaco asciende a 699 billones de dólares americanos, con un precio medio por paquete de 20 cigarrillos de 2,58 $. Del total de las ventas de productos del tabaco, el 89,4% son cigarrillos de fabricación industrial. 

Teniendo en cuenta que en los últimos años el mercado mundial de tabaco se ha reducido de forma considerable, sólo las producciones de gran calidad, cultivadas y transformadas de manera sostenible y que garanticen su trazabilidad tendrán hueco en el mercado, ya sea para productos tradicionales o de nueva generación (Miranda, 2018).

Con estos datos queda en evidencia la orientación del consumo y la urgente actuación en la creación de un nicho de mercado a partir de un tabaco de alta calidad, sostenible y competitivo en una sociedad que evoluciona hacia hábitos cada vez más sanos.

Objetivos

Debido las razones anteriormete desarroladas, este proyecto se basa en la búsqueda de cultivos que complementen al tabaco, fundamental para el tejido socioeconómico de la región.

Cultivos

Algunos de los cultivos que se han desarrollado son:

Avellano: este cultivo se implanta el primer año, y puede durar hasta 20 años. Tiene las siguientes generalidades:

El avellano europeo pertenece a la familia Betulaceae, subfamilia Coryloidea, género Corylus, especie C. avellana L. Es una especie caducifolia. En estado natural son arbustos, con variable número de pies o fustes, pero bajo cultivo se utiliza principalmente un sistema de un monoeje (como árbol de un solo tronco), multieje (con tres a cuatro ejes). Las hojas son ovales, en general, doblemente aserradas y más o menos pubescentes (Westwood, 1985). Tiene raíces fibrosas, poco profundas, que se desarrollan, principalmente, en los primeros 60 cm del suelo (Hazelnut Growers of Australia, 2005). Es una especie diclino-monoica, es decir, posee flores macho y flores hembra en un mismo pie, pero separadas físicamente. La flor femenina se denomina glomérulo. Posee un gineceo bicarpelar y dos estilos que se juntan por la base en el esbozo de un ovario. El glomérulo tiene un aspecto similar a las yemas vegetativas, siendo posible distinguirlas en invierno al momento de la floración, porque en su extremidad aparece un ramillete de estigmas de color rojo vivo. Nacen en racimos sobre yemas laterales en madera del año anterior y situados en posición terminal, sobre un brote corto que se desarrolla de la yema mixta (Westwood, 1985; Torres, 1994). Una nueva plantación de Avellano moderna y competitiva necesitará:

  • Plantación en lugares con condiciones edafoclimáticas favorables para el cultivo: suelos drenados sin exceso de humedad.
  • Disponibilidad de recursos hídricos (en torno a 5.000 m3 /ha y año, para producciones óptimas). - Diseño de plantación racional adaptada a la mecanización del cultivo.
  • Realización de operaciones culturales necesarias para el mantenimiento óptimo del cultivo.

Condicionantes de suelo, clima y agua Requiere de suelos bien drenados, no tolera excesos de humedad ni estratas duras. Si bien su sistema radical es más bien superficial, en suelos profundos se produce mayor exploración, pudiendo llegar a 2 o 3 m. En suelos poco profundos se produce crecimiento inicial por ocho a diez años, pero después declina, y no logra alcanzar rendimientos elevados. El pH óptimo para su desarrollo es entre 6 y 7 (Tous, 2001; Grau, 2007). El avellano es una planta de climas templados. Las temperaturas medias anuales deben oscilar entre 12 y 16 ºC (Hazelnut Growers of Australia Ltd., 2001; Grau, 2003), con un mínimo de 700 horas-frío por debajo de 7ºC y temperaturas mínimas invernales no inferiores a -8ºC. El mejor clima es aquel con un verano suave e invierno frío. Se deben evitar sitios con vientos fuertes y de efecto desecante en verano (Tous, 2001). Sitios con temperaturas sobre 35 ºC y baja humedad relativa durante el período vegetativo, debieran evitarse (Grau, 2007). Especialmente sensible al déficit hídrico es el período desde polinización a llenado de nuez, donde se ha observado una reducción promedio del rendimiento de hasta 60%. Incluso, en algunas circunstancias puede producirse deterioro de la calidad y valor de la producción. Otro período muy crítico se produce 10 días antes de la fertilización floral, cuando el desarrollo de la inflorescencia es rápido, por lo que el momento y duración de los estados fenológicos puede ser relevante para evitar, parcialmente, los daños de un déficit hídrico (Mingeau et al., 1994). Elección de variedades productivas. La finalidad de toda plantación es la de obtener producciones rentables y de calidad. Por este motivo, lo primero que se busca es conseguir una elevada producción. Se han evaluado tres variedades: Barcelona, Daviana y Butler. Barcelona: Es un cultivar muy antiguo, probablemente originado cerca de Barcelona (España). Aparentemente es muy adaptable a un rango amplio de suelos y condiciones de clima. La planta es de vigor medio y elevada productividad. Fruto de calibre medio a grande, redondo, con un 42% de llenado de nuez, especialmente empleado para consumo en fresco (snacks). Presenta dificultad de descascarado del tegumento. Tiene un rendimiento medio al descascarado. Productividad moderada. La liberación de polen comienza hacia fines de mayo y se extiende hasta inicios de julio. La receptividad estigmática comienza la segunda quincena de junio y se extiende desde mediados a fines de julio. La cosecha comienza la primera semana de febrero, llegando hasta fines de marzo (Grau, 2003). Daviana: Es de origen inglés. De vigor medio, crecimiento erecto y escasa productividad, es usado como polinizante. La liberación del polen comienza entre fines de julio e inicios de agosto y se extiende hasta fines de agosto. La receptividad estigmática se extiende durante todo agosto. La cosecha comienza hacia fines de febrero y se extiende hasta mediados de marzo. Se clasifica como media – tardía en relación con los demás cultivares (Grau, 2003). Tonda di Giffoni Origen se ubica en la región de Campania, en Italia. En relación con las características del árbol, éste presenta un rápido crecimiento, vigor intermedio, precocidad productiva, notable proteandria y autoesterilidad, y floración muy precoz. Presenta buenas características industriales o tecnológicas (pelado y rendimiento al descascarado), como también buen sabor y aroma después de ser sometida a tostado. De estas tres variedades podría elegirse la Tonda di Giffoni, debido a sus características agronómicas y de su versatilidad en el procesado, además de ser la seleccionada por la empresa Ferrero, para la cual se establecería la comercialización del producto. Como polinizadores se escogería la Barcelona. 

Stevia: Se tratará el cultivo como bianual, si bien podría funcionar un par de años más, pero para asegurar una producción media de una calidad mayor se planea este estudio para el periodo indicado. Las generalidades de este cultivo son:

La stevia (Stevia rebaudiana (Bert.) Bertoni) es una especie del género Stevia de la familia de las Asteráceas. Es una planta herbácea perenne, tallo erecto, subleñoso y pubescente que presenta en sus hojas el edulcorante natural esteviósido. La planta es auto incompatible (protandria), por lo que la polinización es entomófila; se dice que es de tipo esporofítico y clasificada como apomíctica obligatoria. El fruto es un aquenio que puede ser claro (estéril) u oscuro (fértil) y es diseminado por el viento. Se clasifica como una planta de día corto, situando el fotoperiodo crítico de 12 a 13 horas. Puede alcanzar hasta 90 cm de altura en su hábitat natural y en los trópicos puede llegar a tener alturas superiores a 100 cm. La raíz es pivotante, filiforme y no profunda, distribuyéndose cerca de la superficie. En 1980 se describieron una serie de experimentos para relacionar varias características de la planta con la heredabilidad en 22 variedades de S. rebaudiana. Se observaron 11 características morfológicas y seis características de contenido; de estas 17 características, solamente el peso seco de hojas mostró una baja correlación con la heredabilidad. Este investigador concluyó que las características morfológicas y de contenido, principalmente de principios activos, tienen efecto seleccionador evidente (Skaria et al, 2004).

Una nueva plantación de Stevia moderna y competitiva necesitará:

  • Plantación en lugares con condiciones edafoclimáticas favorables para el cultivo: suelos adecuados con una humedad constante.
  • Disponibilidad de recursos hídricos (en torno a 2.000 m3 /ha y año, para producciones óptimas).
  • Diseño de plantación racional adaptada a la mecanización del cultivo.
  • Realización de operaciones culturales necesarias para el mantenimiento óptimo del cultivo.

Condicionantes de suelo, clima y agua Los suelos óptimos para el cultivo de la Stevia son aquellos con pH 6,5-7, de baja o nula salinidad, con mediano contenido de materia orgánica, de textura franco-arenosa a franco, y con buena permeabilidad y drenaje. Esta planta no tolera suelos con exceso de humedad ni los de alto contenido de materia orgánica, principalmente por problemas fúngicos que pueden causar grandes pérdidas económicas. El clima idóneo para la planta es subtropical por lo que necesita de la humedad para crecer pues no es muy resistente al clima seco. La temperatura ideal para la stevia está entre los 15º C y los 30º C, con un promedio de 24º. La planta no tolera las bajas temperaturas así es que morirá si el límite supera los –3º C. En climas subtropicales se trata de una planta semiperenne que vive 5 o 6 años. Se adapta tanto a los climas tropicales como a los templados. En la Península Ibérica se cultiva como planta bianual sembrándose en primavera y cosechándose a principios del otoño, antes de la bajada de las temperaturas que reducen su producción de hojas o incluso provocan su muerte. En el Mediterráneo y centro Peninsular es necesario colocarlas en semisombra durante el verano para que el exceso de sol no queme sus hojas mientras que en primavera y otoño pueden estar al sol. En el norte Peninsular es adecuado su cultivo al sol durante todo su ciclo productivo. La Stevia no tolera la sequía y cuando la falta agua, enseguida se observa un decaimiento en sus hojas, que vuelven a recuperar su estado inicial tras un buen riego. Elección de variedades productivas. La finalidad de toda plantación es la de obtener producciones rentables. Por este motivo, lo primero que se busca es conseguir una elevada producción. Las variedades actuales se originan de la Criolla o Nativa paraguaya, y existiendo unas 300 subvariedades, observándose una amplia adaptabilidad a diferentes condiciones agroclimáticas. Las más utilizadas son: La criolla o nativa, Eirité y la Morita. De estas tres variedades podría elegirse la Eirité, debido a sus características agronómicas; es una variedad bastante versátil en cuanto adaptabilidad a diferentes zonas agroclimáticas, lo que posibilitaría un buen cultivo para la zona norte de Cáceres de estudio; si bien para la elección de la variedad se tendrán en cuenta las especificaciones de la empresa compradora.

La variedad Eirité presenta las siguientes características:

  • Posee características agronómicas ampliamente superiores a la Variedad Criolla.
  • A los efectos de mantener la identidad genética del material, esta variedad, debe ser propagada asexualmente, es decir multiplicada por esquejes.
  • Presenta un ciclo más tardío que la Criolla (en general 10 a 12 días más largo), es de porte alto, pudiendo alcanzar 1,20 m. de altura en el mes de diciembre o enero.
  • Posee hojas grandes, abundantes, y tiene un tallo poco ramificado, permitiendo alta densidad en el cultivo. Florece de forma uniforme, lo cual facilita la realización del corte en el momento más oportuno, lo cual ocurre cuando aparecen los primeros botones florales.
  • El promedio de rendimiento es de 6.000 a 8.000 kg/ha y año en fresco, con 100000 plantas por ha. 

 

Del mismo modo, se han planteado también otros cultivos complementarios como berries, plantas aromáticas y medicinales, castaños y hortalizas como el brócoli.

Respecto a la expansión potencial de los cultivos considerados en este estudio, romero, stevia, brócoli y avellano, según se desprende de este análisis, estos cuatro cultivos podrían integrarse en el mapa de cultivos actual de la zona por varios motivos.

  • En esta zona se cultiva una gran diversidad de especies, frutos secos, frutas, hortícolas, cereales, etc., algunos de ellos en consonancia con las tendencias de consumo actuales, por lo que es una zona bastante dinámica e innovadora a la hora de introducir nuevos cultivos.
  • Se cultiva bastante superficie de cultivos que hoy en día no son muy competitivos, como puede ser el caso del maíz para alimentación animal, o en retroceso según las tendencias de mercado, como el girasol.

 

Esquema de grupos de cultivos en la zona de influencia del estudio