Fecha de publicación:
09/02/2020
Fuente: EL PAIS Ciencia Lugar:
Opinión
En un primer nivel de análisis, el nuevo Atlas nacional de mortalidad en España no es más que una confirmación estadística de unas ideas bien establecidas por la investigación biomédica. Sabemos que fumar es una causa estrella de las enfermedades pulmonares, como también lo es respirar las emanaciones de una mina de carbón, sabemos que la promiscuidad heterosexual aumenta el riesgo del cáncer de útero, puesto que propaga el virus del papiloma que lo causa, y que comer grasas saturadas, del tipo de las que anegan pizzas, bollos y hamburguesas, conduce a la diabetes, la enfermedad metabólica y de ahí a los jinetes del apocalipsis que subyacen al grueso de la mortalidad humana en los países occidentales, y cada vez más en el mundo en desarrollo: infartos, cánceres y enfermedades neurodegenerativas. Hasta ahí lo obvio, la ciencia de la muerte.Seguir leyendo.