Fecha de publicación: 06/09/2024 Fuente: Extremadura XXI Lugar: agricultura Entrevista conJorge BermejoProductor de castañas y cerezas



La castaña es uno de los frutos que más de asocia al otoño y al invierno en los hogares españoles. Un cultivo en auge y estratégico en zonas de montaña en Extremadura donde tradicionalmente se ha desarrollado más, desde las Villuercas hasta La Vera o el Valle del Jerte, que supera actualmente las 3.500 hectáreas en extensión en la región. Con una producción media en torno a los 4,5 millones de kilos por campaña que en la últimas han quedado muy mermada por las altas temperaturas de verano y la aparición de problemas con las plagas.



Un problema el climático, que afecta también a otros muchos cultivos en la región, a los que se suman problemas concretos para la castaña en forma de plagas como la avispilla, el agusanado y el chancro. Un un año normal Jorge Bermejo, agricultor de Navaconejo (Cáceres), puede llegar a recolectar en torno a los 40.000 kilos de castañas.



El cultivo de la castaña ha tenido un resurgir en estos últimos años. “Hace unos 20 ó 25 años tuvo un importante bajón -asegura Bermejo- que coincidió con el auge del cerezo. A mi padre ni le gustaba tener todo en la misma baraja y hemos ido aumentando la plantación de castaño con las variedades locales que había y otras nuevas”.



Una de las explicaciones de este crecimiento de las plantaciones de castañas tiene que ver con su tramitación. “En el caso del castaño está considerado como reforestación y no hace falta más trámites mientras que el cerezo está tratado como nuevo cultivo y exige más papeleos”, comenta Jorge Bermejo.



La dureza del castaño en relación a la del cerezo en la actual coyuntura climática de temperaturas muy altas y secas durante muchos meses del año también destaca. “Para que se seque un castaño se secan diez cerezos antes”.



Desde hace tres años, Bermejo pertenece a la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte, convertida en la mayor comercializadora de castañas del norte de Cáceres y de toda Extremadura, tanto para el mercado nacional como para exportación. “Actualmente estoy ganando más dinero a las castañas que a las cerezas”.



CalibreEn cuanto a las peculiaridades del cultivo de castaño, Bermejo reconoce que no es del todo exigente a lo largo de la campaña aunque para obtener un buen calibre de fruto y que esté sano si es necesario un seguimiento constante del mismo. La recolección del fruto tampoco es complicada, aunque la dificultad de encontrar mano de obra en algunas campañas siempre está ahí”. Los tratamientos fitosanitarios, para evitar la aparición y propagación de plagas y hongos, también es fundamental. ”Recientemente he realizado un curso para el uso de drones para fumigar ya que con los medios técnicos actuales que dispongo y la altura de los castaños era imposible llegar a todas las ramas”, asegura.



En cuanto a las diferencias entre castaños en secano y riego, Cicytex ha realizado un estudio en la finca de Bermejo en Navaconcejo para analizar las diferencias de producción, no encontrando excesivas diferencias entre una y otra salvo en el calibre.



Tras la recolección también es importante el uso que se da al erizo -lo que recubre la castaña- y las hojas. “Mucha gente los quema pero yo lo trituro, reteniendo el CO2 y me sirve de compost. Gasta menos riego y menos fertilizantes con esta práctica”.