Nuevo año, nuevos productos: cómo preparar el desarrollo con enfoque de mercado

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29.12.25
La entrada en un nuevo ciclo anual, especialmente en un sector tan ligado a los ritmos de la tierra y las campañas como el agroalimentario, suele ser el momento elegido por las empresas para definir su hoja de ruta. Sin embargo, en el actual contexto competitivo de 2026, la diferencia entre una empresa que simplemente sobrevive y una que lidera su segmento no reside en la cantidad de proyectos que inicia, sino en la solidez técnica con la que los ejecuta.

Enero es, por excelencia, el mes de la planificación. Pero para que esa planificación no se quede en una declaración de intenciones, debe ir acompañada de una estructura profesional que minimice el riesgo y maximice la posibilidad de llegada real al consumidor.

 

Los errores habituales al iniciar un desarrollo en el sector agro

Es común ver cómo empresas con gran trayectoria en Extremadura lanzan iniciativas basadas únicamente en la intuición o en una capacidad productiva excedente. Este enfoque "de dentro hacia fuera" suele obviar factores críticos que condenan al producto antes de nacer.

Uno de los fallos más recurrentes es la ausencia de validación previa. Muchas empresas invierten en maquinaria o en grandes compras de materia prima sin haber contrastado la factibilidad técnica en un entorno controlado (como una planta piloto) o sin haber analizado la deseabilidad real del mercado3. Según datos de informes sectoriales sobre el consumo, una gran parte de las referencias que llegan al lineal cada año desaparecen antes de los doce meses por no resolver una necesidad clara del usuario o por fallos en su estabilidad técnica.

Otro error crítico es el desconocimiento del marco regulatorio. Desarrollar un producto con nuevos ingredientes o procesos de conservación sin un soporte técnico que garantice el cumplimiento de la normativa vigente puede suponer un bloqueo administrativo insalvable justo antes del lanzamiento.

 

Cómo estructurar un proyecto con garantías desde el principio

Para que el desarrollo de un producto sea exitoso, es fundamental seguir una metodología de fases ágiles que reduzca las incertidumbres:

  1. Identificación del reto y análisis de viabilidad: no se trata solo de qué queremos fabricar, sino de qué problema del mercado estamos resolviendo (por ejemplo, reducir el uso de plásticos en el envasado o valorizar un subproducido específico).
  2. Validación en entorno controlado: antes de pasar a la cadena de producción industrial, es vital utilizar instalaciones experimentales (laboratorios fisicoquímicos, cocinas industriales y plantas piloto) para realizar ensayos de formulación y estabilidad.
  3. Evaluación de la deseabilidad: el proyecto debe contar con una diferenciación clara frente a lo que ya existe en el mercado y responder a una demanda constatada.
  4. Escalado e implementación: una vez validada la solución a pequeña escala, se debe estudiar su capacidad de crecimiento y su integración en los procesos de la empresa.

 

FOODLAB: el aliado técnico para la planificación de 2026

El programa FOODLAB, desarrollado por CTAEX y financiado por la Junta de Extremadura, nace precisamente para que las empresas no tengan que afrontar solas estos procesos de modernización. Al ser un Hub Agroalimentario, ofrece el soporte necesario para que la planificación de inicio de año se traduzca en resultados medibles.

El valor diferencial para este nuevo año reside en que FOODLAB permite a las microempresas y pymes extremeñas acceder a recursos de alto nivel (como fincas experimentales o invernaderos avanzados) sin necesidad de realizar una inversión de capital inicial o firmar acuerdos abusivos. Al participar, la empresa lidera el reto y aporta su conocimiento, mientras que el equipo técnico de CTAEX se encarga de la coordinación, el diseño de ensayos y el soporte regulatorio.

 

La oportunidad es ahora

El calendario del programa está diseñado para que los proyectos seleccionados comiencen su desarrollo técnico en febrero, culminando en un Demo Day en junio donde se presentarán los avances ante potenciales clientes e inversores. Este cronograma permite que las empresas cierren el primer semestre del año con un producto validado y listo para su transferencia y explotación comercial.

Para las empresas que buscan que 2026 sea el año de su consolidación tecnológica, la ventana de oportunidad se cierra el 20 de enero de 2026, fecha límite para el envío de solicitudes.