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El Centro Tecnológico CTC ha presentado un sensor inteligente para monitorizar el cubrimiento efectivo de las balsas de regadío, cuyo objetivo es reducir la evaporación del agua entre un 85 y un 90%. Por otro lado, el consorcio del proyecto Fortexval -donde se encuentran los Centros Tecnológicos CTC y CTAG– participó en una jornada formativa para el alumnado del IES Foramontanos de Cabezón de la Sal.
Proyecto europeo LIFE H2OLOCK
El Centro Tecnológico CTC ha desarrollado una herramienta de medición para incrementar la eficiencia del sistema de monitorización del proyecto LIFE H2OLOCK. Gracias a la aplicación de la inteligencia artificial, esta solución permite calcular cómo se comporta la cubierta flotante en condiciones de viento y cómo afectan las zonas descubiertas a la eficiencia del proyecto.
Este avance resulta significativo para mejorar la robustez de los resultados de esta investigación europea, cuyo objetivo principal es controlar la evaporación del agua que se produce en las balsas de regadío.
Así lo han dado a conocer los responsables del proyecto en CTC, Verónica González de Lena, responsable del área de Industria y Energía, y el doctor Alejandro Pérez, gestor de Proyectos de I+D+i durante la ‘General Assembly Meeting’ del proyecto. Una cita celebrada en Setúbal, en la que participaron todos los socios del consorcio para evaluar los avances realizados hasta la fecha, analizar los retos superados y prever las siguientes etapas.
La revisión de las actividades de monitorización en los sitios demostrativos, tarea liderada por el Centro Tecnológico cántabro, fue uno de los objetivos prioritarios de la reunión. El control de los datos de las balsas de regadío seleccionadas es uno de los pilares principales de esta propuesta, ya que permite evaluar el impacto real de las tecnologías desarrolladas en la gestión eficiente del agua y la mitigación de riesgos climáticos, como las sequías. A pesar de que el proyecto no ha concluido, los datos recogidos hasta la fecha ya permiten hablar de una reducción notable en la evaporación del agua.
El sistema desplegado en la balsa de La Jeresa, propiedad de la Comunidades de Regantes de Lorca, es más completo técnicamente y lleva más tiempo en funcionamiento. Precisamente ahí es en donde se ha implementado esta herramienta de IA. La solución tiene capacidad para detectar las zonas descubiertas bajo las condiciones de viento y calcular el impacto de estas circunstancias en la eficiencia de la cobertura.
Además, en esta localización, se están recogiendo datos procedentes de una estación meteorológica para monitorizar parámetros ambientales; existen células de carga para registrar las fuerzas sobre los sistemas delimitadores de la balsa; funcionan sensores de presión para monitorizar la evaporación; hay cámaras que captan imágenes para correlacionarlo con la superficie de cubrición en la balsa y también una pequeña planta fotovoltaica flotante de la que se registra la potencia generada. Todas estas fuentes de información proporcionan datos en tiempo real y son la base de futuras herramientas para prevenir situaciones de escasez de agua.
Por su parte, el demostrativo portugués genera un volumen de datos inferior. Los socios del consorcio realizaron una visita al embalse para observar de qué forma las tecnologías instaladas (los módulos flotantes y el sistema de monitorización) están ayudando a optimizar el uso de los recursos hídricos en el ámbito agrícola. Además, se celebró un taller en el que CTC explicó como el uso de metodologías basadas en inteligencia artificial pueden ayudar a los agricultores a maximizar el control y la toma de decisiones sobre sus sistemas de explotación. Asimismo, hubo charlas sobre las tecnologías de irrigación en cultivos perennes, en donde expertos en la materia y actores locales exploraron las necesidades hídricas de la región y las posibles aplicaciones de las soluciones desarrolladas en H2OLOCK.
Cabe recordar que LIFE H2OLOCK dispone de 1,8 millones de euros de presupuesto para desarrollar un concepto innovador para la gestión sostenible de las balsas agrícolas. La implementación de una cubierta modular protege el agua de la evaporación y permite instalar células fotovoltaicas para la producción de energía renovable.
Si se alcanzan los resultados esperados, la aplicación de esta solución reducirá la evaporación del agua hasta un 85-90 %. Además, contribuirá a lograr explotaciones agrícolas de riego energéticamente autosuficientes y minimizará el crecimiento de algas sin uso de alguicidas.
Para ello, cuenta con un consorcio formado por un equipo interdisciplinar europeo. Arana, empresa coordinadora del proyecto y pionera en Europa en la cobertura sostenible de balsas de agua para uso agrícola; la Comunidad de Regantes de Lorca (CRL), una de las mayores comunidades de regantes en España; la Asociación de Agricultores Portugueses Avipe, enfocada en el sector de la vid; la ingeniería Arada, especializada en infraestructuras hidráulicas con experiencia en proyectos de ahorro de agua y energía; la consultora Global Factor International, especializada en neutralidad climática y sostenibilidad; y el propio Centro Tecnológico CTC.
Desarrollo económico y social asociado a una gestión eficiente de los recursos forestales
Mostrar la aplicación práctica de lo que aprenden en las aulas, acercar a los más jóvenes una propuesta de gestión alternativa de los recursos forestales y explicar un modelo de bioeconomía circular llamado a generar oportunidades de desarrollo en las zonas rurales han sido los principales objetivos de la jornada sobre el proyecto Fortexval organizada en el IES Foramontanos de Cabezón de la Sal.
Alumnado y profesorado de Formación Profesional del grado medio de ‘Aprovechamiento y Conservación del Medio Natural’ y del grado Superior en ‘Gestión Forestal y del Medio Natural’ han participado en esta sesión formativa, en la que los integrantes del consorcio han explicado cómo la utilización de tecnologías de baja huella de carbono puede convertir la valoración de materiales agroforestales en un nuevo vector de actividad económica para la zona.
Técnicos de la Agencia de Desarrollo Local de la Mancomunidad de la Reserva del Saja, el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG) y el Centro Tecnológico CTC, acompañados por autoridades locales y responsables técnicos de la gestión de los montes de Cantabria han desgranado las virtudes de este modelo fundamentado en dos pilares: minimizar el impacto ambiental durante la extracción de recursos forestales y valorizar los materiales para generar recursos de alto valor añadido.
Fortexval se fundamenta en el aprovechamiento de los recursos propios de cada territorio. De hecho, de alcanzar los resultados esperados, se estima la generación de 300 nuevos empleos tanto para realizar labores de gestión forestal como para participar en la generación de productos valorizados. Asimismo, está previsto que el modelo se exporte a otras zonas de España para intentar fijar población en los entornos rurales y crear nuevas oportunidades de desarrollo.
Además de recuperar la tracción animal para realizar la recogida de recursos de la forma más sostenible posible, Fortexval contempla la utilización de maquinaria portátil para tratar la madera antes de su transporte. La posibilidad triturar, peletizar y compactar el material en el lugar de extracción reduce las necesidades de volumen en un 500% y aminora el coste del transporte. En ese sentido, el alumnado pudo ver cómo funciona el prototipo de acondicionadora y densificadora de biomasa autónoma que se está desarrollando durante el proyecto. Una herramienta que, combinada con la utilización de caballos, facilita el mantenimiento de los bosques, evita la degradación del suelo y minimiza la pérdida de biodiversidad
La demostración práctica para gestionar los recursos forestales propios de una forma más eficiente continuó con una explicación del proceso de pirólisis que dará origen al biochar. En concreto, se aprovecharán los matorrales, las astillas y otros elementos de escaso valor para producir este carbón vegetal, con múltiples propiedades y numerosas aplicaciones de alto valor.
La obtención de biochar se realiza calentando la biomasa en un entorno de bajo contenido de oxígeno a través de un proceso llamado pirólisis. El producto resultante es rico en carbono y tiene un inmenso potencial de desarrollo tanto para cerrar el ciclo de los residuos orgánicos, como incrementar el rendimiento de los cultivos o revitalizar el terreno.
Entre los beneficios atmosféricos, el biochar reduce las emisiones de metano, los malos olores y facilita el atrape de carbono. Si nos fijamos en cómo afecta al sustrato, nos encontramos con que multiplica la fertilidad del suelo y frena la pérdida de nutrientes. En paralelo a este proceso, también se plantea el uso de biomasa de baja densidad como carga en la formulación de componentes termoplásticos para automoción, con alto contenido en fibra natural.
La entrada CTC forma parte del proyecto europeo LIFE H2OLOCK y muestra las posibilidades de desarrollo económico con Fortexval se publicó primero en Fedit.
Fecha de publicación:
22/11/2024
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