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La ansiedad por la autonomía y los largos tiempos de carga podrían convertirse en cosa del pasado para los usuarios de vehículos eléctricos (EV). Investigadores de la Universidad de Waterloo han logrado un avance revolucionario en el diseño de baterías de iones de litio, permitiendo cargar desde cero hasta el 80% en solo 15 minutos. Este salto tecnológico supera ampliamente el estándar actual de la industria, donde incluso las estaciones de carga rápida requieren casi una hora para alcanzar ese nivel.
Además de ser más rápidas, las nuevas baterías pueden soportar hasta 800 ciclos de carga, un logro que las hace significativamente más duraderas que las actuales. Esto representa un beneficio crucial no solo para los propietarios de vehículos nuevos, sino también para el mercado de EV de segunda mano.
Diseño escalable y accesible
El avance se centra en rediseñar el ánodo de la batería, tradicionalmente hecho de grafito. Mediante un método innovador, los investigadores fusionaron partículas de grafito, mejorando la conductividad eléctrica y facilitando el movimiento rápido de los iones de litio. Este diseño evita los riesgos comunes asociados con la carga rápida, como la degradación o problemas de seguridad.
El profesor Michael Pope, codirector del Centro de Investigación de Baterías y Electroquímica de Ontario en la Universidad de Waterloo, destacó la sencillez del enfoque: “No estamos reinventando la rueda en términos de materiales. Estamos encontrando una mejor manera de organizar las partículas y dotando a los aglutinantes de propiedades avanzadas de transferencia de electrones, iones y calor. Esto asegura que la tecnología sea escalable y compatible con las líneas de producción actuales”.
Este enfoque pragmático promete una integración sencilla en los procesos existentes de fabricación de baterías, reduciendo los costos para los fabricantes y, en última instancia, para los consumidores.
Democratización de los vehículos eléctricos
Yverick Rangom, profesor del Departamento de Ingeniería Química y líder del equipo de investigación, subrayó el impacto social de este avance. “Debemos hacer que los EV sean más asequibles y accesibles, no solo para los más ricos. Si logramos baterías más pequeñas, que carguen más rápido y duren más, reduciremos el costo general del vehículo”, afirmó.
Relacionado:España supera los 37.000 puntos públicos de recarga de vehículos eléctricos en el tercer trimestreRangom también destacó que estas mejoras harían los EV más viables para personas que no tienen acceso a estaciones de carga en casa, como quienes viven en apartamentos. Además, aumentarían el valor de los vehículos eléctricos usados, facilitando el acceso a la movilidad eléctrica para un público más amplio.
Barreras
La capacidad de cargar rápidamente y la mayor durabilidad no solo mitigan la "ansiedad por la autonomía"—el temor de no encontrar estaciones de carga en viajes largos— sino que también resuelven un obstáculo importante: la confiabilidad de las baterías en vehículos de segunda mano.
El equipo de investigadores está trabajando en optimizar el proceso de fabricación y garantizar que la tecnología esté lista para su adopción industrial a gran escala. Esto incluye evaluar prototipos para medir el interés de los principales actores de la industria. “Nos enfocamos en asegurar que esta solución sea efectiva y escalable. Es crucial que pueda implementarse dentro de la infraestructura existente tanto para la producción de baterías como para las estaciones de carga”, concluyó Rangom.
Fecha de publicación:
23/11/2024
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